martes, 4 de noviembre de 2014

E) Cuadro comparativo: con semejanzas y diferencias entre los consejos de Martin Fierro y el Viejo Vizcacha


  • La sabiduría o conocimiento:

Los consejos del Viejo Vizcacha:
El primer cuidado del hombre
es defender el pellejo;
lleváte de mi consejo,
fijáte bien lo que hablo:
el diablo sabe por diablo
pero más sabe por viejo
Vos sos pollo, y te convienen
Toditas estas razones;
mis consejos y lecciones
no echés nunca en el olvido:
en las riñas he aprendido
a no peliar sin puyones

Los consejos de Martin Fierro:
Yo nunca tuve otra escuela
Que una vida desgraciada;
Alguna vez me equivoco,
Pues debe saber muy poco
Aquel que no aprendió nada
Hay hombres que de su cencia
Tienen la cabeza llena;
hay sabios de todas menas,
mas digo, sin ser muy ducho:
es mejor que aprender mucho
el aprender cosas buenas.
Estas cosas y muchas otras,
medité en mis soledades;
sepan que no hay falsedades
ni error en estos consejos:
es de la boca del viejo
de ande salen las verdades

Coinciden en que la experiencia que dan los años es la mejor fuente de la sabiduría que puede aconsejar para la vida, sin desdeñar lo académico pero que sirve para otras cosas. Actualmente, la frase "el diablo sabe por diablo/pero más sabe por viejo" se ha convertido en refrán, y es usada para referirse al valor de la edad o la experiencia.


  • La mujer
Consejos del Viejo Vizcacha:
Y menudeando los tragos
aquel viejo como cerro,
"No olvidés, me decía, Fierro,
que el hombre no debe creer,
en lágrimas de mujer
ni en la renguera del perro.
Es un bicho la mujer
que yo aquí no lo destapo;
siempre quiere al hombre guapo,
más fijate en la elección;
porque tiene el corazón
como barriga de sapo.
Consejos de Fierro: 
Si entriegan su corazón
a alguna mujer querida,
no le hagan una partida
que la ofienda a la mujer;
siempre los ha de perder
una mujer ofendida.
Con respecto al punto de vista que en toda la obra se tiene hacia la mujer, se hace incapié en su sufrimiento y estado de degradación, con sus largas jornadas en el desierto, lo que despierta sentimientos de compasión y solidaridad. El gaucho sabe quien es la mujer; reconoce y valora su importancia.
Pero en la vida en condiciones tan duras, el hombre era quien tenía el rol protagónico, quien debía proteger a la familia y amparar a la mujer, mientras que ésta estaba relegada, limitando su acción a los menesteres de la casa, a las labores secundarias
En Vizcacha se ve un prejuzgamiento hacia la mujer, que las hace ver como traicioneras, no confiables, que de tener la oportunidad, van a engañar o a jugarle una mala pasada al hombre. En Fierro, se pide fidelidad hacia ella, pero también con una connotación negativa: no hay peor enemigo que la mujer despechada o dolida.
Esos pre-conceptos que perduran hoy en día, que tiene que ver, no con la experiencia, sino con la tradición machista de la sociedad argentina. Pero es honorable decir que carecen de sustento fáctico o lógico.

  • Amiguismo/amistad:
Consejos del Viejo Vizcacha:
Hacéte amigo del juez,
no le des de qué quejarse;
y cuando quiera enojarse
vos te debés de encoger,
pues siempre es güeno tener
palenque ande ir a rascarse.
Consejos de Martín Fierro;
Al que es amigo, jamás
lo dejen en la estacada;
pero no le pidan nada
ni lo aguarden todo de él:
siempre el amigo más fiel
es una conducta honrada

En estos versos se nota la contradicción entre uno y otro. El Viejo Vizcacha reinvindica una práctica tan antigua y tan actual: la de ser amigos del poder, en cuanto ese poder es el que, alguna vez, nos va a beneficiar. En cambio Fierro, es el cultor de la amistad verdadera que no espera nada pero que lo da todo. La honradez es un no rotundo al amiguismo de Vizcacha, con visos de corrupción e injusticia.

  • Forma de ganarse la vida:
Consejos de Vizcacha:
Dejá que caliente el horno
el dueño del amasijo;
lo que es yo, nunca me aflijo
ya todito me hago el sordo:
el cerdo vive tan gordo
y se come hasta los hijos.
Yo voy donde me conviene
y jamás me descarrío;
lleváte el ejemplo mío,
y llenarás la barriga;
aprendé de las hormigas:
no van a un noque vacío.
Consejos de Martín Fierro:
El trabajar es la ley
Porque es preciso adquirir;
no se pongan a sufrir
una triste situación:
sangra mucho el corazón
del que tiene que pedir
Debe trabajar el hombre
para ganarse su pan;
pues la miseria, en su afán
de perseguir de mil modos,
llama en la puerta de todos
y entra en la del haragán.

También aquí aparece una oposición: el trabajo como dignificación de la condición humana, y la holgazanería y picardía como atajo para sobrevivir. Aunque parezca que es socialmente inaceptable, en la naturaleza del hombre el menor esfuerzo para obtener el mismo resultado es también guía de conducta (no olvidemos la industrialización, la incorporación de tecnología, la división del trabajo, la productivdad que se mide en base a la eficacia y a la eficiencia, etc.). En la actualidad la idea de "vivir panza arriba" está muy arraigada en el pensamiento argentino, cumpliéndose la máxima de Fierro: "la miseria llama en la puerta de todos pero entra en la del holgazán".

  • Confianza/desconfianza
Consejos de Vizcacha:
Y menudeando los tragos
aquel viejo como cerro,
"No olvidés, me decía, Fierro,
que el hombre no debe creer,
en lágrimas de mujer
ni en la renguera del perro.
Consejos de M. Fierro:
La esperanza no la cifren
nunca en corazón alguno;
en el mayor infortunio
pongan su confianza en Dios;
de los hombres, sólo uno,
con gran precaución, dos.
Estos son consejos nacidos de la experiencia vivida. Con hombres trataron y por hombres fueron traicionados; aconsejan para prevenir: vale el dicho "hombre precavido vale por dos". Fierro va más allá que Vizcacha: quizás al único ser en el cuál confiar sea Dios. Triste papel el del hombre de ser "lobo del hombre".

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